OTOÑO MÁGICO 2016

Ayer domingo estuvimos sambeando en el Valle del Ambroz, concretamente en Segura de Toro.

Las previsiones del tiempo no eran buenas. 100% probabilidad de lluvia, ocho litros por metro cuadrado, 98% de humedad, viento… pero aun así, a las 12 de la mañana repartimos instrumentos y nos repartimos en los coches y nos fuimos hacia el sur por la Vía de la Plata.

Actuábamos dentro de la programación del Otoño Mágico en el Valle del Ambroz, bueno, a decir verdad, nosotros no figurábamos, ya que realmente los que iban a tocar eran nuestros compañeros de Batukamatraka, pero al no poder asistir ellos, su director, nuestro amigo Mini, les dio nuestro contacto. Nosotros al principio tampoco podíamos, porque anda la gente de exámenes, por trabajo y por motivos personales, confirmamos el bolo siendo 9 personas, nunca confirmamos si no somos 10, y al final fuimos 16 personas a tocar, más tres acompañantes.

El Otoño Mágico, es una fiesta de Interés Turístico Regional, que consiste en una programación cultural durante el otoño en diferentes municipios de la zona del Valle del Ambroz (Hervás, Casas del Monte, Gargantilla, Segura de Toro, Aldeanueva del Camino…). Esta es su 19º edición, y lleva el título de “Emociones Compartidas”, haciendo referencia a ese clima tan especial que se genera entre las personas de esos pueblos y los que los visitamos. Podemos aseguraros que es cierto.

La jornada del domingo consistía en una “Marcha Senderista” con 1.000 participantes inscritos, y consistía en una ruta desde la Garganta hasta Segura de Toro. Allí en Segura de Toro había un Mercado de Productos de la Comarca y ahí es dónde íbamos a estar tocando.

Durante el viaje nos calló mucha agua, pero aun así, fue una pasada ver la zona de Béjar con los colores otoñales y los robledales del Valle del Ambroz. Al llegar a Segura de Toro, nos dirigimos a la plaza, calles con encanto que entra el coche justito. Descargamos el material, la organización nos facilitó una sala dentro del Ayuntamiento para poder dejar las cosas. Nos cambiamos, como el día andaba tristón y no sabíamos si iba a haber tregua para poder tocar, no nos pintamos, y como llovía, nos tomamos unas cañas y unos montaditos, en lo que esperábamos.

Algunos visitaron los puestos del mercado. El día no pintaba muy bien, pero teníamos muchas ganas de tocar, por lo que en cuanto hubo una pequeña tregua, nos colgamos los instrumentos y nos pusimos a tocar. Chispeaba, hacía viento, pero no fue impedimento para tocar rato y sacar unas sonrisas a tod@s l@s senderistas que llegaban a la plaza a recoger un chocolate con churros.

Se puso a llover más fuerte, por lo que nos volvimos a resguardar en el Ayuntamiento.

Nos pedimos unas cañas y unos pinchos, y no nos dio tiempo a terminar las cañas, porque hubo otra pequeña tregua y nos pusimos a tocar otra vez. Aquí a los senderistas que había, no sólo les sacamos unas sonrisas, si no también algunos bailes. El agua fue en aumento, no llovía cuando empezamos a tocar, luego fue chispeando, luego empezó a llover, y luego ya llegó un momento en el que ya no se podía tocar, por mucho que quisiéramos, ya se hacía desagradable.

Hicimos otro parón. Visita de puestos. Tomar alguna cerveza artesana, algún potito para la niña de Gerard… La tarde parecía que ya no iba a dar tregua. Algunos puestos empezaron a recoger. Seguía lloviendo, pero decidimos tocar debajo de una lona al lado de la barra de bar que habían montado. La lona estaba rajada, no nos quitaba el agua, pero por lo menos no era estar debajo de la lluvia. La verdad que este rato que tocamos fue genial, porque la lona con el viento subía y bajaba a su antojo y a algunos nos daba en la cabeza, a Álvaro no se le veía bien, y sobre todo hubo gente muy animada bailando. Mención especial a un senderista de 80 años que con su mochila se puso a bailar.

Nos fuimos tocando hacia la puerta del Ayuntamiento y finalizamos.

Día raro, día feo, que hicimos lo que pudimos. La verdad que nos quedamos con ganas de más y de conocer esta fiesta sin lluvia y viento. Porque el pueblo tiene mucho encanto, y esa placita con los puestos y con todos los senderistas se tiene que montar una buena. Porque como es normal, los senderistas llegaban se tomaban un chocolate con churros y se iban, ya que de lo que tenían ganas era de quitarse la ropa mojada y pegarse una ducha.

Creemos que le dimos algo de color a un día feo, que sacamos sonrisas y levantamos el ánimo tanto a los senderistas, como a la gente de los puestos del mercado.

Agradecer en primer lugar a la organización por contar con nosotros, estar pendientes y echarnos una mano con todo lo que necesitábamos, ya fuera en conseguir un espacio para guardar las cosas, como en calentarnos un potito. A Mini que pensara en nosotros. También al Ayuntamiento y al Alcalde de Segura de Toro, por dejarnos invadir su oficina de ropa, fundas e instrumentos.

A Fary, Blanca y la princesa de Gerard por acompañarnos, ayudarnos y echarnos una mano ya sea aparcando, con los instrumentos, con las baquetas que hemos roto o haciendo de niñeros.

También agradecer a la gente de los puestos del mercado el ánimo y el buen humor que han tenido a pesar del tiempo y a los senderistas que sin ellos la fiesta no hubiera sido posible.

A los que leáis esta entrada, recomendaros visitar Segura de Toro, si vais en verano, tienen una piscina natural muy chula. Y si no vais a Segura de Toro, la zona del Valle del Ambroz es preciosa, con muchos pueblos con encanto y con numerosas rutas para hacer y visitar.

Por nuestra parte, encantados de volver si nos llaman, y por otro lado, con ganas de volver a sacar los instrumentos a la calle. Esperemos que sea pronto, ya que el repertorio nuevo nos quema si no lo tocamos ante público.

Axe